Con su guiño de ojo
al verla y su sonrisa espaciosa le fue fácil enamorarse. Si la vida está llena
de engaños porqué no confiar en él.
Ella sabe que le gusta por cómo la mira y la
toca… cuando lo hace la remueve por dentro.
Ella es confiada
pero con un ojo abierto y el otro cerrado, con el abierto vive la realidad con
el cerrado sueña.
Ella le pide un
beso que le dure hasta el lunes, que la haga olvidar que mañana comienza el fin
de semana y para llenar el silencio cuando él se va.
Hoy, después de dos
años de relación paralela, él ha despedazado su confianza y casi sin mirarla se
despidió con un:
- “te quiero pero no podría estar contigo como pareja porque
no te tendría CONFIANZA”.-
Fue
entonces cuando comprendió que a veces
para ver bien la realidad hay que mantener bien cerrados los ojos.
Glosagon.